martes, 25 de enero de 2011

Todo cambió

Fue allá sobre lo años 70.
Sin saber por que, casi sin darse cuenta se convirtió en un perro callejero.
Unos cuanto tirones de bolsos a mujeres despistadas, atracos a punta de navaja para conseguir unas pocas joyas de escaso valor, robos de coches para moverse de aquí para allá...
Por mas que su familia lo intentaba no podían encauzar su vida, él no quería.
Sus padres, muy religiosos, le pedían a Dios cada día que les ayudara, su hijo andaba por mal camino, acabaría mal.

Un día, uno de sus hermanos, un hippie incondicional, de largas melenas y buenos propósitos, se le ocurrió la idea de alejarlo de aquel ambiente, un cambio le vendría bien
Y asi, con poca ropa y poco dinero, se marcharon una larga temporada a Ibiza.

Pasado un tiempo regresaron.
Su madre cuando los vio no podía dar crédito a lo que veía.
Pulcramente vestidos con traje de corte clásico, con pelo muy corto bien peinado y engominado, se presentaron en su casa.

- ¡Ave María purísima! - exclamo la madre - ¿que ha pasado?

- Hemos sido llamados a su Reino mamá, somos sus testigos, el nombre de Dios es Jehová.

Sus vidas cambiaron... sus pensamientos también.
La madre convencida de que aquello había sido un "milagro", gozosamente acepto que Jehová era el único, verdadero y omnipotente Dios.
Y así con sus creencias, la biblia en mano, predicando casa por casa, dedicaron el resto de sus vidas.
Porque para ellos...
Sólo hay un camino que conduce a la vida. (Mal. 3:1; Jn. 14:6; Mt. 7:14; Hch. 24:14)

3 comentarios:

  1. No sé, ella... Entre él hippie melenudo y él bien trajeado vendiendo biblias... como que casi me quedo con el melenudo.

    ResponderEliminar
  2. jajajjaja yo tambien!!!
    Al otro hermano le fue bien, dejo de atracar y robar, pero claro bajo mi punto de vista, casi que le hubiese ido mejor hacerse voluntario de cualquier ONG.
    ¿Sabes? esta historia es real, me la contó otro de sus hermanos, él era pequeño cuando esto sucedió, lo educaron con esas creencias y evidentemente lo vivio de otra manera... tan sumamente diferente, que hoy no quiere ni oir hablar de los testigos de Jehová ni de ningun otro Dios.

    ResponderEliminar
  3. me pasa como a diego....no se, no se.....
    Tal vez sea que me veo más identificada con un melenudo que con alguien con biblia en mano intentando cambiar mis ideas.....

    ResponderEliminar