Pedro se acomodo en su asiento, al lado de la ventanilla, el avión era grande, mucho más de lo que había imaginado. El viaje era largo y no sabia muy bien como lo tomaría era la primera vez a sus 40 años que subía a un avión, llevaba libros, siempre habían sido sus mejores compañeros. Estaba muy tranquilo, emprendía una nueva vida, un punto y aparte.
No tenia ni idea de como le iría, pero eso era lo de menos, necesitaba escapar, marchar lejos, cambiar...poco dejaba atrás, por lo tanto por poco que encontrase, seria mas de lo que tenia.
Durante meses había planeado aquel viaje, nadie lo sabia, ni sus padres, ni su hermano, absolutamente nadie, lo que menos hubiese deseado mientras lo organizaba es que alguien le hubiese puesto "peros", lo tenia claro y lo iba hacer de cualquier modo, se encontraba mucho mas relajado llevándolo con absoluta discreción, los llamaría cuando estuviera ya instalado, de todas formas, sus padres estaban en uno de aquellos viajes que hacían constantemente desde que su padre se jubilo y con su hermano apenas tenia relación.
El avión tomo velocidad por la pista y despego, fue tomando altura, Pedro miro por la ventanilla y sintió un ligero alivio, escapaba de su vida.
Cuando el avión tomo la suficiente altura y se estabilizo pensó en Laura.
Como le ira? Se acordara de él? tendrá una nueva pareja?
Pensando todo aquello sonrió, porque se dio cuenta que poco o nada le importaban las respuestas. Como había cambiado el cuento!!!
Durante mucho tiempo Laura fue "todo" para él, su amiga, su amante, su confidente, por y para quien vivía. No tardo en darse cuenta que para Laura todo era distinto, sus espectativas eran otras, sus necesidades también...Pedro espero, espero pacientemente a que ella sintiera lo mismo que él, pero eso no ocurrió nunca y Pedro simplemente se desilusiono, por lo que sus sentimientos fueron cambiando, aprendió a decir "NO", no quiero, no puedo, no me apetece...y acabaron siendo dos extraños, paseando sin profundizar por diferentes caminos. Al dejar la relación Pedro no sintió nada, ni pena, ni vacío, ni soledad, ni tristeza, fue cuando realmente se dio cuenta de que todos aquellos sentimientos ya los había experimentado durante su relación con Laura.
La voz del comandante interfirió en los pensamientos de Pedro, saludaba a los pasajeros y les informaba de la altitud de vuelo y de la hora a la que llegarían a su destino, le llamo la atención el acento del piloto...de donde seria? Italiano tal vez?
El tono de voz de aquel hombre, le hizo recordar a un compañero en practicas que tuvo durante un tiempo. Después de lo de Laura, Pedro se dedico única y exclusivamente a trabajar, trabajaba en una empresa de componentes eléctricos en el departamento de calidad, hacia doce horas diarias con el único fin de tener el tiempo ocupado, al fin de cuentas no tenia otra cosa mejor que hacer. Llegaba extenuado a su casa, se daba una ducha, comía cualquier cosa y leía un rato. Al día siguiente más de lo mismo, y así día tras día. Los fines de semana estaba tan cansado que lo único que hacia era dormir, dormir y leer, la lectura le gustaba, era su valbula de escape.
Las vacaciones las pasaba metido en casa, sin salir, no tenia con quien, devorando libros y esperando que llegase el dia de incorporarse al trabajo... fue entonces cuando decidió que no volvería....
Pedro se puso manos a la obra, pidió una excedencia en el trabajo que le fue concedida, vendió el piso que había comprado pensando compartir con Laura y que nunca llego a estrenar, lo vendió sin demasiada dificultad, un vecino estaba desde hacia mucho tiempo interesado, y con los ahorros que tenia, que eran suficientes porque apenas gastaba nada, decidió cambiar su vida. Compro un billete de avión para Bogota y ahora estaba allí, sentado, rumbo a su destino sin saber muy bien lo que haría...
Pensando en todo aquello por primera vez Pedro sintió miedo... mas bien pánico.
A que se dedicaría? encontrara trabajo? donde vivirá?
Quiso no pensar, tenia todo el tiempo del mundo para hacerlo, toda su vida la vivió planificando, estaba dispuesto a cambiar por lo que ahora improvisaría, decidiría sobre la marcha...
Abrió un libro y comienzo a leer, se deshizo de sus pensamientos y un ligero sopor lo fue inundando hasta que se quedo profundamente dormido.
Una fuerte sacudida tambaleo el avión, perdían altura...Pedro se despertó sobresaltado, no sabia con certeza que estaba ocurriendo, permaneció sentado, no veía nada, poco a poco sus ojos se fueron acostumbrado a la escasa luz y pronto descubrió donde se encontraba...estaba en su habitación, todo había sido...un sueño, un perfecto sueño.
Vaya!!!! y yo que pensé que Pedro era un valiente por atreverse a dar semejante salto, tan solo es un soñador.
ResponderEliminarCrees que Pedro lo hizo??? saltó???
Si... saltó.
ResponderEliminarPedro dejo de soñar su vida y acabo viviendo su sueño!!!