lunes, 11 de mayo de 2015

Saladas, como el agua del mar.

Caminábamos mi hija y yo como cualquier otro día, charlábamos de lo que en ese momento le preocupaba: el examen que tenia al día siguiente. Nos detuvimos en un semáforo en rojo de una calle bastante transitada.
Maria, que es muy observadora enseguida se percató. Al otro lado de la calle una chica estaba sentada, en el escalón de la entrada de un establecimiento ya cerrado.
- Mamá ¿Está llorando?
Fue cuando yo la vi
- Sí
Cuando cruzamos nos detuvimos frente a ella, me agache para ponerme a su altura y puse mi mano sobre su brazo.
- ¿Estás bien?- le pregunté
Me miró y entonces vi sus ojos. Unas enormes lágrimas rodaban por su cara, las quería controlar pero no podía, como los ríos cuando se desbordan con toda su furia y no puedes hacer nada para contenerlos.
- Sí- contestó
Un "si" envuelto de sorpresa que también denotaban sus ojos, en ese momento pensé si había hecho bien, si no habría invadido su intimidad con mi pregunta, pero ya era tarde, estaba de cuclillas mirándola de frente, me muevo por impulsos y son instantáneos.
- ¿Seguro que estás bien? ¿Te podemos ayudar en algo?
- No
En la mano sostenía su teléfono móvil
Me levante para marcharnos y entonces fue ella la que sujeto mi brazo...a pesar de no dejar de llorar me sonrió levemente y me dijo:
- Gracias.
No pude dejar de pensar en ella durante un largo rato.
Sus lagrimas eran de tristeza, desconsuelo, de amargura...
Parecían lágrimas de desamor, esas que te ahogan y sueltas sin ningún control porque de no hacerlo acabarían contigo.
Esas lágrimas que aun teniéndolas en los ojos, somos capaces de decir
- No pasa nada


4 comentarios:

  1. Esa persona agradecía la intención, pero verdaderamente hay momentos difíciles o situaciones personales por diversos sentimientos, donde uno cree que nadie te puede ayudar, pero quizás intercambiar unas breves palabras pueden aliviar. Siempre es bueno intentarlo. Aunque no todo el mundo está predispuesto a tender una mano como tú lo hiciste.
    Un beso.

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    1. "La tristeza es la única emoción que nos muestra lo que realmente nos importa". A ella le importaba y mucho lo que fuese.
      Ojala se aliviara, aunque solo fuera un poquito.
      Un abrazo

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  2. Me ocurrió algo parecido hace unas semanas: una niña de unos doce años venía llorando en silencio por la acera. La detuve y le pregunté ¿qué te pasa?. No me contestó pero me agarró la mano. Le dije ¿vives lejos? ¿quieres que llame a tus padres? y me dijo "no, gracias", y siguió su camino. Sus lágrimas no eran de desamor, y eso me dejó preocupado. Espero que todo fuera una desilusión pasajera.

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    1. Entiendo perfectamente tu preocupación y deseo también que solo se tratara de una desilusión pasajera

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