Vestía siempre de negro, la llamaban loca, cuentan que la oían hablar con él como si estuviera a su lado, que lloraba desconsoladamente...
Ahora solo tenia sus recuerdos...
Recodaba cuando le dieron la desgraciada noticia aquel maldito 25 de septiembre, ni una sola lágrima resbalo por su mejilla, pero su desconsuelo no tuvo limites.
Era demasiado joven para morir, se especulo que pudo ser envenenado, nunca se pudo probar.
Durante casi dos meses, ni un solo día dejo de acudir a la cripta de Miraflores, las monjas le abrían el cajón y ella acariciaba a su marido.
Recordó cuando partió el cortejo fúnebre camino de Granada, por aquel entonces aumentaron los rumores sobre su locura, le daba igual, no iba a permitir que ninguna mujer tuviera contacto con el cortejo.
Por aquellos días nació su ultima hija.
Pensó en sus hijos, en todos ellos, ¿como estarán? Leonor, Carlos, Isabel, Fernando, María y Catalina, ¿serian felices?. Ella no lo fué, marcada por el dolor, el sufrimiento, el engaño y la desconfianza, maltratada continuamente por un marido al que adoraba, vivió profundamente enamorada sin ser correspondida... humillada.
Ella que pudo tenerlo todo...
Ella que era inteligente, que hablaba cinco idiomas, con un don especial para la música y la poesía, ¿en quien se había convertido?
Sus padres le obligaron a casarse, si por ella hubiese sido, se hubiese hecho monja cuando se le manifestó aquella vena mística, pero no la dejaron, aquella sed de poder de sus padres la llevaron hasta Flandes para conocer a su prometido, tan solo era solo una niña...
Cuando le vió, toda vena mística desapareció... solo una mirada fué suficiente para desencadenar en ellos, una pasión incontrolable.
Se casaron y a medida que pasaba el tiempo ella se sentía cada vez mas enamorada, su amor crecía de la misma forma que crecía su desconfianza, su marido frívolo y superficial, encantado de vivir rodeado de lujo, saboreando todos los placeres conocidos, se dedicaba hacer lo que mejor sabia: cortejar a toda mujer guapa que se le cruzase en el camino.
Cuando murió Isabel, su madre, comenzaron realmente sus problemas, se dejo llevar... podía haber tenido el control, era ella quien se convirtió en la reina de Castilla y León, pero por un lado su padre Fernando y por otro su marido Felipe enfrentados por una lucha de poder, intentado demostrar que la capacidad mental de Juana no era apta para gobernar...
Con la muerte repentina de su amado, su padre Fernando lo tuvo fácil, aprovechó que tenia el control de Castilla y mandó que la encerrasen.
Y ahora estaba allí, vestida de negro, vieja, cansada, venerandole...
Habían pasado los años, cuarenta y tantos, se le había escapado la vida, solo esperaba morir. Su cuerpo repleto de llagas por negarse a lavarse y cambiarse de ropa no aguantaria mucho tiempo mas...
- que mas da - pensó
No le importaba a nadie, ni siquiera a su hijo Carlos, quien reinaba ahora tras la muerte de Fernando.
Ella que pudo tenerlo todo...
Sabia que pasaría a la historia.
Lo que nunca imaginó, es que todos la recordarían como Juana la loca.
Hola: triste, historia, que puede aplicarse a estos tiempos en otra manera. El suyo era amor verdadero, o no?????? e aqui un interesane debate.
ResponderEliminarEn aquellos tiempos tenias que hacer lo que mandaban, asi que no te quedaba mas remedio, que ponerle azucar a lo que se te habia impuesto, unos consuelo de tener el poder, la gloria,dinero, otros, pues un marido o esposa, guapa, y otros buscarse otras alternativas por otro lado, a lo que fue impuesto.
En fin, ahora tambien sucede, con gente que se casa por interes, o por amor y aguanta. Hasta que punto es amor, o dependencia, o no valorarse, ??????????????????? Bueno dejo el debate....
El amor a veces es locura, algunos transitoria, otros para todda la vida.
Un abrazo y gracias por tu apoyo, espero tus propuestas.
Es curioso: de Juana la Loca solo se recuerda la parte romántica (si es que fue romántica) No fue más que una víctima más del desprecio a la mujer que había en aquella época. Algo hemos cambiado desde entonces, pero queda aún camino por recorrer.
ResponderEliminarHoy llamariamos a una historia como la de Juana I de Castilla... violencia de genero, menos en Italia que todavia lo llaman crimenes pasionales, ¡¡¡manda huevos!!!
ResponderEliminarY no es curioso que se recuerde por su parte romantica, que no lo fué, mas bien fué una mierda de vida. Tuvo la desgracia de tener prioridad por alguien que no lo merecia, me cagüen en todos los Felipes los Hermosos...