Hay veces que nos sucede... de repente nos da un ataque de sinceridad y a los pocos minutos te preguntas ¿Para que mierda he dicho nada?
Tu interlocutor no ha entendido nada.
Te esfuerzas por explicarle como lo ves, como lo sientes, como lo vives ¿y?
Pueden ocurrir varias cosas:
Una seria, como si tu estuvieses hablando de legumbres y la otra persona hablara de pescado, que si...vale, las dos son buena para una dieta equilibrada, pero estoy hablando de legumbres, otro día si acaso hablamos del pescado.
Otra que te respondan como los políticos, "tú más" "porque tú..."
Sacan balones fuera y terminas hablando en lugar de ellos, de ti.
Aunque para mi, lo peor es después de una larga conversación, el titular sea algo que nada tiene que ver con lo que tu intentabas explicar ahgggrrrrrr es ese momento cuando me digo:
- Nena calladita hubieses estado mas mona.
No sé a que se debe esto, si es por las diferentes formas que tenemos las personas de ver la misma situación, a que no sabemos escuchar o que nuestra empatía es cero.
En cualquier caso debo controlarme mis ataques de sinceridad.
A veces es debido a las tres causas: diferentes puntos de vista, no saber escuchar o ausencia de empatía. Pero yo prefiero las personas que te cuentan sus sinceridades a las que se las callan aunque les revienten por dentro. Y eso que yo soy de estas últimas personas... :) Abrazo sincero.
ResponderEliminarPues eso me pasa a mi Diego que hay veces que si me callo reviento BOOOMMMM
EliminarPero luego me doy cuenta de que no ha servido de nada.
Un besazo
" No existe falta de tiempo, existe falta de interés. Porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad"
ResponderEliminar¡¡Así es Marga!! ¿A que tu me entiendes?
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