martes, 7 de junio de 2011

Si, soy aerofóbica

Por los altavoces nos comunicaron que nos dirigiésemos a la puerta de embarque...
Empecé a ponerme nerviosa, no me gusta volar, mas bien no soporto volar, saque el monedero, ahí estaban, me tome una, ¿para que esperar mas?, pronto me haría efecto el relajante y ya no sentiría esos cangrejos en el estomago.
Nos acomodamos en nuestros asientos, ¿ventanilla? me pregunto mi amiga, no gracias, prefiero el pasillo, no pienso mirar.
Los pasajeros se iban acomodando, se les veía contentos, relajados, a todos... menos a mi.
Pasaba el tiempo y aquello no se movia, nos comunicaron que había una avería que estaban reparando, la luz de una puerta o algo así.
- Oh oh - mal empezamos.
Una hora mas tarde (¿Tanto cuesta reparar una luz?) el avión busco la pista, los motores comenzaron a rugir cogiendo velocidad...pense en los "Flaps y Slats" y si el comandante respondería aquello de "start and cheked".
Dejamos de tocar tierra, nos elevamos, la espalda pegada al respaldo del asiento... subiamos, subiamos, subiamos...

Al cabo de dos horas mas o menos, muy cerca de mi, alguien grito:
- ¡¡¡Ayuda, que alguien me ayude!!!
Miramos de donde procedían los gritos, era una chica, su acompañante un chico joven, le había dado una lipotimia, los auxiliares de vuelo acudieron de inmediato, una de azafatas hablo por los altavoces.
- Si se encuentra algún medico entre los pasajeros, acuda por favor a cabina.
Mi corazón comenzo a latir sin control, me recordó a una película de esas catastrofistas, donde yo perfectamente podria ser, una actriz secundaria.

Todavía quedaban casi siete horas de vuelo. Desee con todas mis fuerzas que apareciese un medico.
Una mujer que tenia sentada tres filas delante se acerco, al momento otro hombre.
El chico despertó, parecía no saber donde se encontraba, estaba muy pálido y aturdido, solo quería dormir.
Me pase el resto del viaje controlando que el chico se encontrase bien, su pareja lo tuvo peor, se paso todo el vuelo vomitando.

Cuando el avión toco tierra, el pasaje aplaudió, yo también, aunque lo que realmente hubiese deseado era gritar.

¡¡¡Menos mal que valió la pena!!!

3 comentarios:

  1. Hola: siento que tengas miedo a volar, a mi me gusta, lo malo es que mis oidos lo pasan fatal, es un dolor insoportable a nivel oidos y mandibulas, eso es lo unico que me tira para atras.
    Vaya experiencia la tuya, PORQUE NO LLEVARAN EN TODOS LOS VUELOS UNA ENFERMERO/A O MEDICO/A obligatoriamente, es que alucino. En los barcos hay, porque no en los aviones, A un barco aun puede llegar un helicoptero pero a un avion????? Debia ser obligatorio, o las azafatas tener conocimietnos mas amplios de medicina...........
    Yo es que alucino.......
    Bueno ya me contaras resto viaje.

    Animo y repite......... A mi me da mas miedo los barcos... Un abrazo.

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  2. Cuando regrese de ese viaje, a la semana siguiente vole de nuevo y mas de lo mismo, creo que me pasaria la vida volando y seguiria ocurriendome lo mismo jajajajja soy un desastre.

    Yo tambien pensé lo mismo que tu, como es posible que en un vuelo que dura casi nueve horas no tengan ningun medico... no lo entiendo.

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  3. Ella, nueve horas de relativo mal rato merecen la pena si allí nos espera algo que nos apetece o alguien agradable con quien pasar unos días. La vuelta ya es más jodida: se unen la aerofobia con el recuerdo de los momentos vividos. Pero sobre todo... no dejes de volar.

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